jueves, 9 de octubre de 2014

Elvio Romero: Una hora de recogimiento





Elvio Romero






















Una hora de recogimiento
por los caídos aquí, los olvidados;
no la fanfarria inútil, los caballos ruidosos
del desfile, el oropel vacío y los salones alucinados
de una fiesta, no; no las palabras vanas
del discurso vacío en una plaza; no, ni siquiera
la ceremonia oscura de las catedrales.

¡Una hora de recogimiento
por estos pobres, por Dios!
por su luto y su manto desdichado,
por su comunión con el hambre, contando su rosario
de amargas inclemencias, arrodillados ante su memoria,
conformados con su vasija rota, con su pozo sin aguas,
solos ante su tos y ante su muerte.

Una hora de recogimiento
por esta tierra, mi amor,
atravesada por los padecimientos,
por la desgracia de su invencible orgullo,
por esta tierra cansada de recibir el odio
como un golpe en el pecho, como un puño en la cara,
marcada por el hierro como los animales.

Una hora sola de recogimiento…


Elvio Romero (Yegros, Paraguay, 1926-Buenos Aires, Argentina, 2004) Poeta y periodista. Vivió gran parte de su vida exilado en Buenos Aires. Entre otros títulos publicó: Resoles áridos (1950); Despierten las fogatas (1953); Destierro y atardecer (1975); De cara al sol (1961); Un relámpago herido (1967) y El viejo Fuego (1977).